Ya viene el cortejo!
Ya viene el corteo!
Ya se oyen los claros clarines!
La Marcha Triunfal
Isla Martín García, Buenos Aires Argentina
Mayo de 1895
ENFOQUES NOTABLES EN LA VIDA Y OBRA DE RUBEN DARIO
Por Héctor Darío Pastora Continúa de la página de inicio
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En 1880, a los trece años es cuando inicia su activa vida intelectual, escribiendo artículos para “El Ensayo” con el seudónimo de Jaime Gil, publicación que considera Don José Jirón Terán como la “primigenia fuente hemerográfica de Rubén Darío”. Pero es en el “Termómetro” periódico de la Ciudad de Rivas, que dirige el político e historiador Dr. José Dolores Gámez, que el Poeta Niño, inicia sus publicaciones con el sonoro nombre de Rubén Darío, con la elegía “Una Lágrima” y a la vez envía poemas como “Bruno Ardía” anagrama de su nombre. Y la razón de los seudónimos, son las preguntas que solía hacer acerca de sus poemas, unas veces elogiados, atribuidos a poetas clásicos o bien criticados.
Ya en su vida activa lírica y periodística el Poeta Niño, que “tenía a la sazón cerca de 14 años” es acusado de vago por un artículo de combate que había escrito en un periódico de oposición contra el político conservador Lic. Vicente Navas. Se le llama a la dirección de policía, el Director del Periódico Carlos Selva y Don Francisco Castro, presentan una carta donde hace constar que Darío es Profesor de Gramática en su Colegio, igualmente lo hace el doctor Nicolás Valle, Director del Colegio “La Independencia”, Se desestima la pena mayor y se le pone una multa de un peso diario por ocho días. A estas alturas la fama del Poeta Niño es nacional y a los 14 años hace su primer viaje a Managua. El primero de enero de 1882 se inaugura la Biblioteca Nacional, en ese entonces preparó su poema dedicado al libro de cien décimas, que no leyó en esa oportunidad, hasta el inicio de las labores del Congreso de la República. Las cien decimas del libro fueron escritas con encendido espíritu liberal, contrario al pensamiento del partido conservador en el poder. El objetivo de la invitación del Poeta fracasa, que era otorgarle una beca para estudiar en España, se la dieron para el Colegio de Granada, Nicaragua, la que rechaza. En agosto de 1882 viaja a El Salvador conoce al Poeta Francisco Gavidia, quien lo alienta e ilustra en el estudio del hexámetro francés. En su estadía salvadoreña, el Poeta es huésped de honor, recibe sus primeros quinientos pesos, su primer frac y es invitado por el Presidente Zaldívar a participar en la velada conmemorativa del primer centenario del nacimiento de Simón Bolívar el 24 de Julio de 1883, da lectura a su “Oda a Bolívar” y escribe un himno para el Libertador.
En septiembre de 1883 está de vuelta en Nicaragua, visita a su tía abuela Doña Bernarda, viaja a Granada, se consolida su estadía en Managua, se enamora de Rosario Murillo “La Garza Morena”, trabaja en la Biblioteca Nacional, su escuela de humanidades, lee a todos los clásicos españoles y aprende de memoria el diccionario de galicismo. Trabaja en la Secretaría de la Presidencia por gestión de su amigo el escritor Pedro Ortiz. El Presidente de la República, Doctor Adán Cárdenas, médico culto, educado en Italia, lo distinguió en su comitiva presidencial en ocasión de la visita a Corinto del Presidente Rafael Zaldívar, quien ya conoce al Poeta Niño. Radicado en Managua, trabaja en varios medios de prensa entre ellos El Porvenir, Diario Nicaragüense y el Ferrocarril. Hace amistades de gran importancia intelectual, entre ellas la del literato y diplomático salvadoreño Juan J. Cañas, quien le aconseja viajar a Chile. A estas alturas el Poeta ya tiene el manuscrito completo de su primer libro “Epístolas y Poemas”, tardó en publicarse, apareció con el nombre de Primeras Notas (Tipografía Nacional 1888).n septiembre de 1883 está de vuelta en Nicaragua, visita a su tía abuela Doña Bernarda, viaja a Granada, se consolida su estadía en Managua, se enamora de Rosario Murillo “La Garza Morena”, trabaja en la Biblioteca Nacional, su escuela de humanidades, lee a todos los clásicos españoles y aprende de memoria el diccionario de galicismo. Trabaja en la Secretaría de la Presidencia por gestión de su amigo el escritor Pedro Ortiz. El Presidente de la República, Doctor Adán Cárdenas, médico culto, educado en Italia, lo distinguió en su comitiva presidencial en ocasión de la visita a Corinto del Presidente Rafael Zaldívar, quien ya conoce al Poeta Niño. Radicado en Managua, trabaja en varios medios de prensa entre ellos El Porvenir, Diario Nicaragüense y el Ferrocarril. Hace amistades de gran importancia intelectual, entre ellas la del literato y diplomático salvadoreño Juan J. Cañas, quien le aconseja viajar a Chile. A estas alturas el Poeta ya tiene el manuscrito completo de su primer libro “Epístolas y Poemas”, tardó en publicarse, apareció con el nombre de Primeras Notas (Tipografía Nacional 1888).
En 1885, el poeta tiene dieciocho años de edad, ha muerto en París el 21 de mayo, Victor Hugo, el gran Pontífice del Modernismo y escribe los cuarenta y dos sextetos que compone su monumental poema “Víctor Hugo y la Tumba”. Su fama y su numen es motivo de admiración, sólo Don Enrique Guzmán es su crítico. Don Ricardo Contreras de nacionalidad mejicana otros de sus críticos, convencido del Genio de Darío expresa: “Para Rubén el tiempo no es oro, sino inmortalidad”. Vete a Chile, Rubén. Es el País adonde debes ir. Vete a nado, aunque te ahogues, repetía una y otra vez el Gral. J. Cañas a Darío. El Presidente Adán Cárdenas y otros amigos hacen posible que el Poeta concrete su viaje a Chile y se embarca en Corinto en el vapor Uarda el 5 de junio de 1886. En la travesía escribe su poema nostálgico “Ondas y Nubes”, llega a Valparaíso el 24 de Junio.
En el capitulo XIV de la autobiografía del Poeta hace una emotiva descripción de su llegada a Valparaíso. “Hice buscar a Eduardo Poirier y al poco rato ese hombre generoso, correcto y eficaz estaba conmigo, dándome la ilusión de un Chile esplendido y realizable para mis aspiraciones” De lo esplendido y realizable en su estancia chilena que culmina el 9 de Febrero de 1889, se destaca su incorporación a la vida intelectual de la aristocracia chilena y a los principales periódicos de Santiago de Chile, “ La Epoca” , la Libertad Electoral y en Valparaíso el Mercurio y El Heraldo, sus triunfos en certámenes literarios en particular el de su Canto Épico a las Glorias de Chile, dedicado al Presidente J. Manuel Balmaceda padre de su amigo Pedro Balmaceda, que escribía con el seudónimo A. de Gilbert, quien le abrió las puertas del Palacio la Moneda, sede de la Presidencia de la República y patrocinó su libro Abrojos, editado en 1887. Otras publicaciones en ese mismo año Rimas y Emelina, éste último presentado en el Certamen Varela con los seudónimos Orestes y Piladas. Entre los amigos fraternales de Darío en Chile ocupa un lugar especial Manuel Rodríguez Mendoza, una de sus predicciones fue el mármol inmortal para Darío. El momento esplendido para Darío llego con la publicación de AZUL, obra primigenia del Modernismo Literario Hispanoamericano, editado en Valparaíso el 30 de julio de 1888, lo prologa Eduardo de la Barra, notable intelectual y Pedagogo. La consagración y espaldarazo de Azul viene de España de parte del insigne crítico español Don Juan Valera en sus Cartas Americanas del 22 y 29 de Octubre de 1888 que publica en el Imparcial de Madrid y que Darío colocó a modo de prólogo en la segunda edición de Azul en Guatemala en 1890. Una de las aspiraciones que se le cumplieron a Darío en Chile, fue su nombramiento como corresponsal de La Nación, de Buenos Aires, credencial de vital importancia en su vida y obra cotidiana. Al despedirse de Chile, escribe: “No quiero dejar las playas de Chile noble, que me dió albergue generoso durante tres de los mejores años de mi vida, que me alentó en mis trabajos literarios, que me discernió premios y honores”. El 6 de marzo de 1889, retorna a su Nicaragua natal con los laureles de Azul y con la visión cosmopolita de su destino literario.
Al regresar a la Patria se dirige a la casa solariega de su mamá Bernarda. Darío tiene 21 años de edad y viste con elegancia. Después de una estadía de pocos meses muy sentimentales por cierto, decide viajar a la República de El Salvador, se pone en contacto con antiguos compañeros de letras entre ellos el Poeta Francisco Gavidia. Es el Presidente de El Salvador Francisco Menéndez, quien le dispensa una cordial acogida. Los amigos de Darío gestionan ante el Presidente, algún cargo para Darío y como resultado de ello recibe el apoyo oficial para la fundación del periódico LA UNION, que sale a luz el 7 de noviembre de 1889. En ese diario fundado y dirigido por Darío, se destaca como poeta y periodista de la Unión Centroamericana, con sus poemas y crónicas de prensa. Colabora en “La Unión” Rafaelita Contreras con el seudónimo “Stella”, la que será su primera esposa, con la que se casó civílmente el 21 de junio de 1890. La suerte no le fue propicia al Poeta, ya que la noche de su boda le dieron el golpe de Estado a su protector el Presidente Menéndez y tuvo que huir a la Ciudad de Guatemala.El 30 de junio de 1890, está en Guatemala, la que es gobernada por el General Manuel Lisandro Barillas, enemigo del golpe de Estado en El Salvador. Conociendo la importancia de Darío en el mundo intelectual y político, lo llama a Casa Presidencial y le pide que escriba acerca de los acontecimientos políticos de El Salvador, lo que hace Darío con un artículo que titula la Historia Negra, que aparece publicado el 2 de julio en el Imparcial, firmado con el seudónimo de Tácito. Dos amigos de gran influencia tuvo Darío en Guatemala, el Poeta cubano José Joaquín Palma, autor del Himno Nacional de Guatemala a quien Darío dedicó un soneto en Azul y el político Lic. Francisco Lainfiesta, que le patrocinó la segunda edición de Azul, con fecha 20 de octubre de 1890. Colabora en el Diario de Centro América y otros. Logra fundar su propio periódico con apoyo oficial “El Correo de la Tarde”, que aparece el 8 de diciembre de 1890 el que duró hasta el 5 de junio de 1891. En esta estadía guatemalteca cristaliza su boda religiosa con Rafaelita Contreras.
Por razones económicas Darío viaja con su esposa a San José Costa Rica, donde colabora en periódicos como La Prensa Libre y El Heraldo. Hace amistades con el mundo oficial e intelectual, los que le solucionan sus frecuentes problemas económicos. Uno de sus mejores amigos es Jorge Castro Fernández, hijo del ex -presidente Doctor José María Castro Madriz, quien es considerado Prócer. Una de sus grandes producciones liricas en Costa Rica es el poema “Tutecotzimi” que dedica a Don Juan Valera, el que le dio el espaldarazo a su amado libro AZUL. El 12 de noviembre de 1891, nace su primogénito que bautiza con el nombre de Rubén Darío Contreras. En su estadía en Costa Rica, el 18 de enero de 1892, cumple sus 25 años. Después de nueve meses de permanencia en Costa Rica viaja a Guatemala a donde llega el 21 de mayo de 1892 , gobierna el Presidente Reina Barrios quien le acoge y apoya. Pero a los pocos días de haber llegado recibe la buena noticia que el gobierno que preside el Dr. Roberto Sacasa Sarria en Nicaragua, lo había nombrado secretario de la delegación a las celebraciones del Cuarto Centenario del Descubrimiento de América en Madrid, España. Ante su inminente viaje Darío dejó en Costa Rica a su tierno hijo y a su esposa, solicita el apoyo de su concuño don Ricardo Trigueros con residencia en la República de El Salvador, para que se haga cargo temporalmente de su familia. Llegados los fondos económicos de su designación oficial se dirige a Nicaragua, en León visita a su mamá Bernarda y a su amigo el Dr. Luis H. Debayle. Ya con las credenciales en sus manos viaja en compañía del ministro don Fulgencio Mayorga, se embarca en Corinto para Colón, Panamá, donde toma el vapor León XIII rumbo a Santander, con escala en la Habana, Cuba, donde recibe la más calurosa bienvenida. En agosto de 1892, Darío está en Madrid e inicia sus contactos con la intelectualidad española, se hospeda en el Hotel “Las Cuatro Naciones” donde tiene su apartamento Don Marcelino Menéndez y Pelayo, ilustre humanista con quien inicia una “larga y cordial amistad”. En Madrid el Poeta goza grandes emociones, sus credenciales diplomáticas le permiten conocer a la reina regente doña María Cristina, al rey infante, Alfonso XIII, a quien años mas tarde en 1908, presentó sus cartas credenciales como Ministro Plenipotenciario ante la Corte.us contactos con la intelectualidad española, se hospeda en el Hotel “Las Cuatro Naciones” donde tiene su apartamento Don Marcelino Menéndez y Pelayo, ilustre humanista con quien inicia una “larga y cordial amistad”. En Madrid el Poeta goza grandes emociones, sus credenciales diplomáticas le permiten conocer a la reina regente doña María Cristina, al rey infante, Alfonso XIII, a quien años mas tarde en 1908, presentó sus cartas credenciales como Ministro Plenipotenciario ante la Corte. Pero dentro de las grandes impresiones se destaca su encuentro con don Juan Valera, quien le abrió las puertas de su prestigio literario y en la larga lista de literatos españoles, Emilio Castelar, Núñez de Arce, Antonio Cánovas del Castillo, Emilia Pardo Bazán, quienes invitan a las delegaciones de América a sus tertulias literarias, en una de ellas Darío da lectura a su poema “A Colón”. Poetas jóvenes admiradores de Darío como el andaluz Salvador Rueda siguen al Poeta por la naciente renovación poética que lidera Darío. Además en Madrid escribe el poema “Blasón”. A Dario se le augura el más brillante porvenir en las letras. Cumplida su misión en España se embarca y hace escala en la Habana el 5 de diciembre. El barco “Alfonso XII” toca después el Puerto de Cartagena de Indias, donde se entrevista con el eminente escritor y Presidente de Colombia Dr. Rafael Núñez, quien le ofrece un cargo diplomático. Con esa promesa a fines de diciembre regresa a Nicaragua. Se dirige a León donde, visita a su mamá Bernarda. Estando en León recibió un telegrama con procedencia de El Salvador de su concuño Ricardo Trigueros informándole sobre la gravedad de su esposa Rafaelita. Darío presiente que ha muerto, lo que confirma en carta Trigueros, diciéndole que falleció el 26 de enero de 1893. En esa ocasión sufre una recaída etílica y narra el Poeta que una señora amable le atendía en sus crisis, era su madre Rosa Sarmiento a la que entonces conoció, además a su hermana de madre, Lola. Darío viaja a Managua, le visitan sus amigos entre ellos Manuel Maldonado y tiene un reencuentro con su antigua novia Rosario Murillo. El hermano de Rosario, Andrés Murillo al darse cuenta que Darío es viudo, le prepara un plan para casarlo , le invitan a un convivio lo hacen tragar whisky en exceso y en ese estado proceden a la boda con Rosario Murillo el 8 de marzo. En abril de 1893 recibe la grata noticia que el gobierno de Colombia lo ha nombrado Cónsul General de Colombia en Buenos Aires. Argentina, con un sueldo de $ 2.400 anuales, más $ 2.680. pesos oro para el viaje, suman en total $ 5.080 pesos, mayor cantidad de dinero que tuvo en su vida. El nombramiento oficial tiene fecha 17 de abril de 1893 y es firmado por el Presidente Manuel Antonio Caro y por el humanista Marco Fidel Suárez. Emprende viaje a Panamá, con su esposa Rosario Murillo, por razones de salud y de ánimo del Poeta hace que regrese a Nicaragua. Darío prosigue su viaje y llega a Nueva York a finales de mayo, se hospeda en el Hotel América. La noticia de su presencia se esparce en los círculos literarios hispanos y José Martí que tenía una asamblea política de gran importancia para la lucha de la independencia de Cuba, lo invita. Este encuentro lo narra ampliamente en el capitulo XXXI de su autobiografía. Uno de los invitados de Martí fue José María Vargas Vila, al conocer que estaría presente Rubén Darío, recién nombrado Cónsul de Colombia por el presidente que el odiaba rechazó la invitación, en ese entonces repudió a Darío para más tarde en París, Roma y España fuera su entrañable y fraternal amigo. En su breve estadía en Nueva York canta a la Estatua de la Libertad: “A ti prolífica, enorme dominadora. A ti Nuestra Señora de la Libertad. A ti, cuyas mamas de bronce alimentan un sinnúmero de almas y corazones”. De Nueva York a París. Los pesos colombianos hacen posible este viaje. “Yo soñaba con París desde niño, a punto de que cuando hacía mis oraciones rogaba a Dios que no me dejara morir sin conocer París”. Llega a París y se contacta con su amigo Enrique Gómez Carrillo. Cumple con una de sus ilusiones conocer a Paul Verlaine, a los Poeta franceses que sólo conocía por nombres, a Jean Moreas, Charles Morice, etc. Y desde luego venía a su memoria Victor Hugo. De París llega a Buenos Aires el 13 de agosto de 1893 a tomar posesión de su cargo de Cónsul General de Colombia. La Nación le da la bienvenida a su ilustre corresponsal. Su carácter diplomático le abren las puertas oficiales, unida a su condición de egregio literato. El Dr. Rafael Obligado lo hace miembro del Ateneo de Buenos Aires. El consulado le dura poco y es su condición de periodista y de Poeta que lo mantienen. La renovación literaria que comenzó en Chile con Azul, la continúa en Argentina. En mayo de 1895 en la Isla Martin García escribe “La Marcha Triunfal”. En octubre de 1896 publica el libro en prosa, “Los Raros”. En noviembre de ese mismo año inicia la era de “Prosas Profanas”, obra señera del Modernismo Literario. Asociado con el escritor Ricardo Jaime Freyre, funda la Revista de América, vocero del modernismo Literario. En Argentina, Darío visita la Provincia de Córdoba y permaneció en ese país de agosto de 1893 a diciembre de 1898, período fecundo en su creación poética, época que ocupa muchos capítulos en su autobiografía. La Nación de Buenos Aires lo envía a España en 1898 para que escriba sobre el estado de la Madre Patria después de la guerra con Estados Unidos en que perdieron las colonias de Filipinas, Puerto Rico y Cuba. Es el segundo encuentro con España. En diciembre de 1898 está en Barcelona y Madrid. Respecto a este viaje escribe: “He buscado en el horizonte español las cimas que dejara no hace mucho tiempo, en todas las manifestaciones del alma nacional: Cánovas muerto, Ruiz Zorrilla muerto, Castelar desilucionado y enfermo. Valera ciego, Campoamor mudo. Doña Emilia Pardo Bazán continuaba dando sus escogidas reuniones”. De las crónicas que envió a la Nación, publicó su obra” España Contemporánea” y “Peregrinaciones” en 1901. Además, Darío fue enviado a París en ocasión de la Exposición Mundial del cambio de siglo. En este segundo viaje conoce a Francisca Sánchez del Pozo, su verdadero amor. En 1902 está en París, publica la “Caravana Pasa”. En 1903 es nombrado Cónsul General de Nicaragua en París.
En 1904 publica “Tierras Solares” y en 1905 su obra cimera del modernismo Literario “Cantos de Vida y Esperanza” obra que contó con la valiosa colaboración intelectual del Poeta Juan Ramón Jiménez, cuyos originales los donó a la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. En esta época española y parisiense de Darío, es cuando José María Vargas Vila se torna amigo fraternal de Darío, lo atiende en su viaje a Roma y le anima para que solicite al gobierno de Nicaragua su nombramiento como Ministro representante en España. Vargas Vila era el Cónsul de Nicaragua en Madrid y tenía por jefe de la diplomacia nicaragüense a Don Crisanto Medina, quien envidiaba el genio de Darío. En 1906 publica en París “Oda a Mitre” y “Opiniones”, ese año es nombrado secretario de la delegación a la III Conferencia Panamericana de Río Janeiro. En esa oportunidad viaja a Brasil con el secretario Mr. Eliuh Root, secretario de Estado de los Estados Unidos, más tarde en 1912 premio nobel de la Paz. En Brasil escribe su poema “Salutación al Águila”, obra lírica dedicada “al vigor y a la constancia de los yanquis”. De vuelta a París y España, publica “Parisiana” y el “Canto Errante” en 1907, es el año en que nace en Paris Rubén Darío Sánchez (Güicho) hijo de Francisca Sánchez. Por ese tiempo Rosario Murillo aparece en Paris, quien aprovechó la mala voluntad de Medina para embargarle parte de los sueldos a Darío. En Estados Unidos, más tarde en 1912 premio nobel de la Paz. En Brasil escribe su poema “Salutación al Águila”, obra lírica dedicada “al vigor y a la constancia de los yanquis”. De vuelta a París y España, publica “Parisiana” y el “Canto Errante” en 1907, es el año en que nace en Paris Rubén Darío Sánchez (Güicho) hijo de Francisca Sánchez. Por ese tiempo Rosario Murillo aparece en Paris, quien aprovechó la mala voluntad de Medina para embargarle parte de los sueldos a Darío. Ante esta situación y otros motivos, principalmete para solicitar la representación diplomática en España, alentado por Vargas Vila prepara su viaje a Nicaragua después de 15 años de ausencia. Al amanecer del 24 de noviembre de 1907 Darío llega al Puerto de Corinto, su recibimiento fue apoteósico y el Presidente de la Republica General José Santos Zelaya lo recibe con honores y lo nombra huésped de Honor. El Poeta Santiago Argüello, lo recibió con un sonoro saludo “El Señor de la victoria/ por fin a su patria llega,/ mas tarda dirá la historia/ que dejo a su patria ciega/ con el fulgor de su gloria”. Corinto, Chinandega, León, Managua, Masaya y otras pueblos, le rinden grandes homenajes. El 21 de diciembre recibe el añorado nombramiento de Embajador de España y el 22 de diciembre en León, Nicaragua, en un solemne homenaje su magistral discurso, donde resumió su misión mesiánica con estas palabras: “Yo soy un instrumento del Supremo Destino”, dio lectura a su poema “Retorno” donde vierte todo su amor por su Nicaragua natal. Aun en este viaje goza de la ancianidad de su mamá Bernarda, su verdadera madre había muerto estando en Argentina el 3 de mayo de 1895. Estando en su patria celebra su natalicio el 18 de Enero de 1908, sus 41 años de edad. Al prolongarse su estadía fue invitado por el Dr. Luis H. Debayle a pasar semana Santa en marzo en la Isla del Cardón, frente a Corinto donde escribió el poema “A Margarita Debayle” Habiendo recibido la esperada asignación económica del gobierno de Nicaragua, regresa en el mes de abril a Europa investido de diplomático. Por razones familiares se dirige primero a París y a finales de mayo está en España preparándo su acreditación oficial ante la Corte Española. Entre las grandes limitaciones del Poeta está la falta de uniforme diplomático, lo que supera gracias al Dr. Juan E. Manrique, representante diplomático del gobierno de Colombia.
El 2 de junio de 1908, está Darío ante su majestad Alfonso XIII, presentando sus cartas credenciales. “Su Majestad me habló de mi obra literaria”. “La reina Victoria apareció ante mí como una figura de arte”, escribe el Poeta en su autobiografía La Legación de Nicaragua la instala en la Calle Serrano 27, donde también se aloja su familia. No dura mucho en España por las limitaciones económicas y se traslada a París. En 1909 publica su libro “Alfonso XII” y “El Viaje a Nicaragua e Intermezzo Tropical” donde narra sus impresiones del viaje a Nicaragua, el que dedica al Presidente Zelaya, que ese año había dejado el Poder. En 1910 el Diario La Nación de Buenos Aires, Argentina le encarga un poema en homenaje al Primer Centenario de la Independencia de Argentina, con una sustancial recompensa de diez mil pesos. El Poeta escribe su memorable “Canto A la Argentina” de 1001 versos, el que es publicado por la Nación el 25 de Mayo. Ese mismo año el nuevo Presidente de la República de Nicaragua, Dr. José Madriz, lo delega para las celebraciones en septiembre del Primer Centenario de la Independencia de México. Al llegar a Veracruz no lo dejan entrar a la capital , pues Madriz ha sido depuesto del poder. Regresa vía la Habana, Cuba, donde permanece casi dos meses. En 1910 publica el libro “Poemas de Otoño” y otros poemas, libros que completan la economía del Poeta. En 1911 acepta la oferta que le hacen dos editores uruguayos Alfredo y Armando Guido para dirigir una revista literaria hispanoamericana y otra para el mundo femenino, “Elegancias”. El Poeta acepta y el primer número de Mundial sale en mayo de 1911. En 1911 publica sus 10 libros “Letras” y “Todo al Vuelo” obras en prosa, antología de sus artículos periodísticos. Los hermanos Guido se aprovechan de estas publicaciones y del prestigio del Poeta y le invitan a un recorrido por España y América para promocionar la Revista Mundial y Elegancias. Visitan Barcelona donde es invitado por el General Zelaya y donde conoce a su hijo primogénito Rubén Darío Contreras. Viajan a Brasil, Uruguay y ante todo Argentina, donde dicta su autobiografía en 1912. Su carácter de Director de Mundial y Elegancia terminó en 1914 y ese año se traslada a Barcelona con su familia y alquila un piso con vista bucólica en la Calle Tiziano, numero 16. Los planes del Poeta era descansar en familia. Más de repente se aparece en su casa el Ing. Alejandro Bermúdez, quien le había atendido en su viaje a Nicaragua en 1907, le invita a una gira de paz a Nueva York con motivo de la primera guerra mundial, lo que acepta el Poeta. En noviembre desembarca Darío en Nueva York donde es recibido y apoyado por The Hispanic Society. En su estadía neoyorquina escribe los poemas la Gran Cosmópolis, el Poema Pax que fue leído el 4 de febrero de 1915 en la Universidad de Columbia, entre los asistente esta el Poeta Salomón de la Selva. Debido a sus crisis de salud y privaciones económicas, se acoge a la protección del gobierno de Guatemala que preside Manuel Estrada Cabrera, quien le ofrece trasladarlo a la Capital de Guatemalteca. El 20 de abril de 1915, Darío desembarca en Puerto Barrios y es trasladado a la capital como huésped de honor del gobierno. En Guatemala escribe Palas Atenea, uno de sus últimos poemas.
Debido a sus recaídas frecuentes de salud llega a Guatemala su esposa Rosario Murillo y se decide trasladarlo a Nicaragua. El 25 de noviembre de 1915, está en Managua asistido por su amigo El Dr. Luis H. Debayle. El periodista Francisco Huezo se encargada de escribir la gravedad del Poeta.. El 7 de enero de 1916, dado su delicado estado de salud dispone el Dr. Debayle trasladarlo a la Ciudad de León. El diagnóstico es de cirrosis hepática y juntas de médicos atiende al enfermo. El 18 de enero cumple sus 49 años y se teme muera ese día. EL 31 de enero dicta su testamento a favor de su hijo Rubén Darío Sánchez, (Güicho). En el mes de febrero se agrava y recibe los santos oleos.
EL 6 de febrero muere a las 10:15 de la noche. Sus solemnes exequias duraron ocho días las que tuvieron carácter oficial por decreto del gobierno, se le honra como Príncipe de la Iglesia y sus restos fueron sepultados en la Catedral de León el domingo 13 de febrero de 1916, en la Columna de San Pablo. Un León con lágrimas en los ojos, cuida y vigila su inmortalidad.






